(…) una grabación casera hecha por un padre asustado, en la que se ve saltar la valla de una casa a un grupo de cuatro niños de unos doce años y hablar con otro que se asoma a la ventana. La escena tiene la rugosidad de lo nocturno: de un lado se ve el grupo de niños con las naricillas alzadas hacia la ventana , agolpados unos sobre otros como si fueran una criatura única, del otro se ve al niño seducido, en la soledad del rey.
Andrés Barba. República luminosa
Pues va a ser verdad que hay adultos que optan por agarrar una cámara de vídeo en lugar de una acción directa. En As bestas me resultaba incongruente, aunque desconozco si el detalle está tomado de la realidad. Lo consideré un extranjerismo, porque un español te embosca y te da muerte antes que ponerse a grabar Los Fabelman. And I think that’s beautiful. En serio.
El caso es que necesitaba un libro a modo de esparcimiento, porque ando a cuestas con un petate de Olga Tokarczuk de mil páginas que se elonga acerca de unos judíos en el siglo XVIII1. Está muy bien escrito pero Jesús, María y José, siempre aprecié la brevitas.
Fue una buena decisión2. La Colección Compactos de Anagrama suele serlo, y estéticamente luce más y más profundo que Blackie Books3. Lo primero que apunté es que tiene referencias asequibles a un tipo amplio de lector. Muy opuesto al Modiano de la Trilogía de la Ocupación, por ejemplo, aunque hace lo menos una década que lo dejé después de la primera novela.
Lo otro que apunté es que «Tiene algo de los libros de antes, quiero decir de los libros que leíamos en la infancia, aunque razonablemente se dirá que no eran los libros sino la forma de leer». No quiero decir que atrapa porque me provocan los lugares comunes y más si cabe los de la acrítica literaria, como ya sabéis.
Novela cargada de verdad. No sé si de futuro, ni siquiera si de presente. En cualquier caso preferible4 al Ensayo sobre la ceguera de Saramago, que creo que aspira a algo similar.
Una apreciación un poco al límite del contexto: los libros son para mí como álbumes de fotografías. Me dan cuenta del ambiente de otros días (hoy en el salón me olió a Lima, Perú). Subrayarlos, anotarlos, doblar una esquina.
Notas
1. La trampa la tendió Brenda Navarro por tuiter, y mis amigos me lo amarraron por mi cumpleaños después de leerlo en una lista que aireaba en esos días.
2. Esta vez fueron las citas del autor que publicaba Paula Ducay también vía tuiter.
3. Tampoco es que fueran a contratarme antes.
4. A mi edad (26 años).

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