Me desconcierta todavía esa diferencia entre ficción y no ficción, establecida para tranquilidad de los hombres que no pierden su tiempo. Hombres de acciones, no de acción; igualmente incapacitados para la mirada y la escucha.
[El alboroto viene provocado por el empeño de una parte de catalogarlo como no ficción o ensayo].
Gozo tiene consistencia sabática en un sentido previo; quizás por eso, por el interés reposado que despierta, me he permitido subrayar mucho menos de lo habitual. No subrayar como el «no escribir» de Gil de Biedma, como forma de pereza.1 Por el camino de De vita beata, parece además un libro con las cuentas saldadas, y me refiero al mercadeo de recomendaciones veraniegas donde el lector puede advertir los deudos de cada joven promesa. Azahara Alonso sortea estas cortesías, esta carencia absoluta de ficción.
Registra un nuevo modelo de náufrago,2 probablemente situado en la constelación de Odiseo-Gulliver: graduada universitaria, dubitante (sin certezas, recién asume que el adulto es un fingidor), con escasos ahorros para lo que se propone y bastantes lecturas.3 Añado una:
Debo sentirme afortunado entonces
por poder ser un paisaje
en el que los errores tienden
a igualar.4
Porque más allá de las tesis de abril, quiero decir del contenido stricto sensu, con el que cada cual se identificará más o menos, por ejemplo en la necesidad de justificar el tiempo libre ante una persona ocupada, la visión es de un fruto calizo y neocolonial caído en el Mediterráneo5 de algún árbol inconmensurable. Y en su superficie Azahara descansó por nosotros.
De vueltas con la madeja del te quiero me quieres, si en Gozo hubiera un argumento definitivo a favor de la ficción, sería sin duda el personaje de Eileen, del que la prudencia aconseja no decir más, de la misma manera que aconseja no revelar la ubicación de las calas preferidas por los residentes de las zonas turísticas.
Quería haber hilado su lectura con Aquel vivir del mar, de Aurora Luque, pero la literatura rara vez se pliega a nuestros deseos y mucho menos a nuestras realidades, y en la librería no lo tenían. Bueno.
Notas
1. Pureza.
2. El motivo actualizado del náufrago en un mundo globalizado.
3. Uno agradece en especial a la Gaite; claro que las circunstancias demandarían una explicación extensa (¿un prólogo?).
4. Guijarro, Álvaro. La razón adivinada (La Guerra Chimpancé)
5. Más de 1800 muertos entre las diferentes rutas migratorias que lo atraviesan en lo que va de año según Naciones Unidas.
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